Al igual que con cualquier oración, es importante encontrar un tiempo y lugar apropiados para vivir nuestra Pausa Ignaciana. Con frecuencia se hace al final del día, aunque puedes hacerla en el momento que más lo sientas necesario. Trata de hacerlo cotidianamente.
PAUSA IGNACIANA PARA JÓVENES
PAUSA IGNACIANA PARA ADULTOS